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Michel Azcueta

politica y democracia

SOLIDARIDAD ACTIVA HACIA DENTRO Y HACIA FUERA

SOLIDARIDAD ACTIVA HACIA DENTRO Y HACIA FUERA

SOLIDARIDAD ACTIVA HACIA DENTRO Y HACIA FUERA

                                                          Michel Azcueta.

 

Instalación de la directiva de la Asociación Internacional Amigos del Pueblo Saharaui ASISAHARAHUI-PERU. 

Congreso de la República, Lima 11 de octubre 2013.

Estimados amigos:

Gracias por acompañarnos en este acto público de la recientemente formada Asociación Internacional Amigos del Pueblo Saharaui ASISAHARAHUI-PERU. Su presencia no solo nos anima sino que significa que, desde hace años, la solidaridad de los peruanos con las causas justas de los pueblos y, de manera especial, con el pueblo saharaui de ninguna manera se inicia aquí hoy sino que es uno de los valores de nuestro pueblo como lo señalaba nuestro recordado amigo y compañero Javier Diez Canseco quien, con un equipo de peruanos y peruanas, ya formó y animó diferentes espacios de solidaridad activa con los hermanos saharauis que luchan por su tierra y por la  y cumplidor dde por lo que la justa causa del pueblo saharaui de ninguna manera nos es ajena, más allá de las distancias que, físicamente, pueden separarnos.

El Perú es un país soberano que ama la paz, la justicia y la democracia. Es miembro fundador de la Organización de las Naciones Unidas y cumplidor de todos los tratados internacionales en los que participa como Estado soberano. Por eso, en cumplimiento de las resoluciones de las Nacioes Unidas apoyó la descolonización e independencia de todos los pueblos dependientes de las antiguas metrópolis como lo señala el artículo 1 parágrafo 2 de la Carta de las Naciones Unidas y las innumerables resoluciones de las diferentes Asambleas Generales de la ONU en las cuales, de manera específica, se ordena reconocer la independencia del Sahara Occidental con el correspondiente derecho de su pueblo al autogobierno.

El Perú, junto con 83 Estados del mundo, reconoció a la República Arabe Saharaui Democrática en 1984 en el gobierno del recordado Presidente Fernando Belaúnde iniciándose las relaciones diplomáticas a nivel de embajadores. Sin embargo, en 1996, durante el segundo mandato de Alberto Fujimori sin que mediara conflicto, diferendo o explicación, dicho gobierno decidió suspender unilateralmente las relaciones diplomáticas.

Esta acción es una mancha negativa y antidemocrática en la reconocida historia de la diplomacia peruana. Nunca se ha dado una explicación de esa desdichada decisión ni mucho menos se hizo una consulta al pueblo peruano por lo que hoy nos unimos a todos aquellos amantes de la libertad, de la justicia y de los derechos humanos y de las causas justas de los pueblos que demandan al gobierno democrático del Presidente Ollanta Humala que restablezca las relaciones diplomáticas con la República Arabe Saharaui Democrática como reconoció en su propio Plan de Goberno.

Amigos todos, la asociación ASISAHARAUI PERU comienza hoy sus actividades con un plan de trabajo con el que deseamos movilizar la solidaridad de todos los peruanos con el pueblo saharaui, llamando a todos a participar en las actividades programadas y uniéndonos a las demás asociaciones que tienen el mismo objetivo en América Latina, como nos anima la carta que acabamos de recibir y que me permito leer para Uds. )carta de Esteban Silva, presidente de la Asociación Latinoamericana de Amigos de la RASD).

Amigas y amigos: en nombre de la libertad, de la vigencia de los derechos humanos y de los derechos de los pueblos y de la democracia, les animo a dar a conocer la injusta situación por la que atraviesa el pueblo saharaui y extender nuestros brazos por encima de continentes y océanos para abrazar a nuestros hermanos saharauis construyendo juntos un mundo mejor.

Viva la República Arabe Saharaui Democrática.

Viva la causa justa del pueblo saharaui

Viva el Perú.

 

GESTION PUBLICA Y MODERNIZACIÓN DEL ESTADO: LA INVASIÓN DE LO PÚBLICO POR LO PRIVADO

GESTION PUBLICA Y MODERNIZACIÓN DEL ESTADO 

LA INVASIÓN DE LO PÚBLICO POR LO PRIVADO

NOTAS PARA EL DEBATE, (1)

Michel Azcueta.

Presidente de la Escuela Mayor de Gestión Municipal

 

 

De vez en cuando se retoma el debate sobre la modernización del Estado, incluyendo propuestas de leyes y normas desde el Congreso de la República, desde ls medios de comunicación y desde algunos sectores políticos. En las últimas semanas, de nuevo se ha hablado del tema al aprobarse una nueva ley del servicio civil, una discusión sobre los funcionarios públicos, sobre la conveniencia o no de una carrera pública en el Perú, etc.

Hay que reconocer que se da una confusión y unas contradicciones no solo en el uso de ciertos términos sino también en la práctica de la gestión pública y en el comprensión de lo que es el estado y su modernización. Lo fundamental es, aunque no se suele plantear así de claro, preguntarnos qué modelo de Estado queremos para el Perú, cuáles son los mecanismos aptos y mejores para administrar tanto el territorio nacional como el conjunto de  aparatos públicos en beneficio de todos los peruanos y, también, la relación entre el Estado y el sector privado. Sin avanzar en el análisis de estos puntos, continuaremos siempre con la misma discusión y no logaremos nunca eso que llaman “modernización” del Estado peruano.

Si partimos del hecho de la administración del territorio, recordemos que, hasta los años 70 (no hace tanto tiempo…), los aparatos que se extendían por todo el territorio nacional eran solamente tres: el ejército, la iglesia católica y el sistema educativo, y cada uno de ellos de diferentes maneras e intensidad.  En la práctica, la llamada presencia del Estado se daba en zonas urbanas, con una falta de comunicación interna que se manifestaba, por poner una simple imagen,  en que teníamos dos carreteras asfaltadas: la Panamericana de Norte a Sur, y la carretera central, de Lima a Huancayo…, con muy poca o nula articulación de la economía y sus procesos productivos y comerciales, sin partidos políticos nacionales, sin ninguna otra red que pudiera ser considerada propiamente nacional.  Es en este contexto tan atrasado que funcionaba el Estado y la gestión pública, para su fiel cumplimiento, dependía más de la voluntad de las personas en lugar de una planificación ordenada y de una profesionalización de los funcionarios, además de los intereses tradicionales que se daban y se siguen dando en el manejo del conjunto del Estado.

Dando un salto, ya en los últimos 20 años, desde los 90 hasta el presente vivimos en el Perú una doble experiencia, dos procesos divergentes: por un lado, desde el modelo  neoliberal imperante, la presencia creciente de la economía, de los agentes empresariales, de las finanzas, incluyendo los organismos internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, en el manejo y dirección del Estado, y haciéndolo de manera distinta a épocas anteriores dado que nadie niega que lo económico-empresarial siempre está presente en todo estado y en toda sociedad. Lo nuevo y, como sabemos, no solo en el Perú, es que lo hacen copando, desde los intereses económicos, los aparatos del Estado, promoviendo la iniciativa privada, los intereses individuales, y una gestión pública con normas de la actividad privada,  y ya no, como, en teoría se supone que debe hacer el Estado, defendiendo y atendiendo los intereses de todos los ciudadanos sin excepción, el bien común, como tantas veces repetimos.

Junto a ello, paralelamente, se ha venido dando un crecimiento de la conciencia ciudadana, con las demandas de descentralización y, en algunos niveles, de regionalización, relacionado todo ello con una comprensión diferente del Estado y, consecuentemente, de la gestión pública, exigiendo, de manera creciente una presencia del Estado en todo el territorio nacional, especialmente en las zonas más olvidadas y alejadas de la Capital,  se exige hasta una presencia física de los principales funcionarios del Estado (Presidente de la República, Primer Ministro, Ministros, etc.) cuando surgen problemas graves y se quiere llegar a soluciones reales.

Esta contradicción entre gestión del Estado desde el neoliberalismo económico-financiero y la visión y gestión del Estado desde la descentralización y regionalización se mantiene como se comprueba en los cientos de conflictos que hemos vivido y vivimos, incluyendo la corrupción en los sectores público y privado, la presencia del narcotráfico, la desconfianza en la justicia y en la policía nacional, en un marco de desigualdad real de los ciudadanos ante el Estado.

Hay que hacer un esfuerzo nacional para terminar con estas contradicciones, avanzando hacia una comprensión integral del Estado y de su conducción, incluyendo un nuevo ordenamiento territorial y una gestión pública descentralizada, dejando la tentación de una modernización autoritaria  del Estado y lograr una modernización democrática del mismo, donde el bien común sea verdaderamente el norte del funcionamiento total del Estado.

Así entendemos mejor la gestión pública y la carrera pública. Necesitamos una mayor y mejor planificación, con objetivos de mediano y largo plazo, como se ha intentado con las políticas de Estado del Acuerdo Nacional, pero con planes que se cumplan desde todos ámbitos y sectores tanto públicos como privados; necesitamos una definición más clara de las responsabilidades y funciones de cada nivel del Estado en lo nacional, regional y local; necesitamos una capacitación mayor, mejor y permanente de los funcionarios públicos con una carrera pública que favorezca la continuidad de lo bueno y deseche lo malo y lo mediocre; necesitamos, en suma, una nueva institucionalidad en el Perú que genere confianza entre los ciudadanos para que todos participemos en los grandes objetivos nacionales.

Estamos avanzando, especialmente desde el ámbito local, ya que la conciencia de ser ciudadanos con derechos y obligaciones, la fiscalización del uso de los recursos públicos, el atender las demandas inmediatas, etc. se da de manera más directa en lo local. Deberíamos recoger as múltiples experiencias de gestión y de participación ciudadana de las últimas dos décadas para aplicarlas, también, a la concepción del Estado que queremos y de su diferente funcionamiento.

Necesitamos, sin lugar a dudas, voluntad política y confianza entre los ciudadanos para analizar y debatir democráticamente las propuestas y dar el salto que todos queremos: un Estado moderno y eficaz que, democráticamente, se dedique al bien común, al desarrollo y progreso de toda la Nación.

Cusco, junio 2013.

(1)    Participación en la sesión descentralizada de la Comisión de Descentralización y Gobiernos Locales del Congreso de la República.

LA REVOLUCION SILENCIOSA

LA REVOLUCION SILENCIOSA

«En tiempos convulsos, cuando las personas parecen tuercas de una maquinaria económica global –cuyos fallos revelan su obsolescencia- surge la importancia de la acción personal y la asociación ciudadana. La imperiosa necesidad de forjar una Responsabilidad Social que constituya una alternativa al modelo laboral y económico preeminente».

Con esta introducción la ONG ACERAS presenta un original libro sobre la Responsabilidad Social empresarial y ciudadana, basada en las experiencias de ciudadanos del Norte y Sur.

En La Revolución Silenciosa la crisis no es el punto final, sino el inicio de las historias; el impulso para lograr los cambios, conectando la actuación personal con la demanda social. Estos temas, a veces abordados con excesiva teoría y rigidez, son presentados en esta obra con sencillez, desde experiencias cotidianas y concretas. En suma: un libro muy recomendable para todo ciudadano interesado en equilibrar el utopismo y el pragmatismo.

El libro, dividido en 4 capítulos, empieza con una introducción a las ideas centrales para luego entrar de lleno en las historias. La primera de ellas corresponde a Paco Sosa, un alto directivo de multinacionales españolas que amalgama la gestión empresarial con la ética, y de ser un lastre la convierte en oro. La otra historia es de Miguel Trigoso; un tenaz agricultor de café orgánico que supera los desastres naturales en las montañas del Perú, y constituye un ejemplo del Comercio Justo. Finaliza Michel Azcueta, un maestro y dirigente, pero sobretodo un “alquimista” incansable que transforma la marginalidad en oportunidad.

«El reto de nuestro tiempo es revertir las situaciones desequilibrantes. Poner el trabajo al servicio del hombre; la economía al servicio de la sociedad, como siempre ha debido ser» afirma Rogelio Oré en la presentación del libro. Esta obra, que sale básicamente en formato digital (aunque con posibilidad de impresión en papel), puede ser adquirido en la propia web de ACERAS. Más información en: www.aceras.org

Revocación LA RIQUEZA DE LA DEMOCRACIA LOCAL

Revocación

LA RIQUEZA DE LA DEMOCRACIA LOCAL

                           Michel Azcueta.

 

Muchas veces hemos escuchado decir que, en el Perú, no valoramos la riqueza que nos rodea…Esto no suele pasar  sólo con los recursos naturales de diferente tipo sino, también, y creo que es mucho peor, con la riqueza humana y social, con los aportes e iniciativas productivas de hombres y mujeres por todo el Perú. Pienso que algo de esto ocurre con la democracia local, otra de nuestras riquezas que es valorada más desde fuera, desde los países con democracia estable o en construcción, mientras la mayoría de nosotros o la desconocemos o la infravaloramos.

Muchos no saben que, de los países latinoamericanos, aquellos con mayor trayectoria democrática municipal son Costa Rica, Cuba y Perú. Recién en la década de los 90, después de la superación de dictaduras de diferente tipo y la aprobación de nuevas Constituciones, los países centroamericanos incorporan las elecciones municipales, al igual que lo habían hecho, en épocas muy recientes, los países de América del Sur como el Chile post Pinochet, Bolivia, Colombia…Recordemos que no hace más de 15 años que se elige, de manera directa, por el voto popular a los alcaldes (intendente, presidente, etc.) de las ciudades de México y Buenos Aires que eran nombrados a dedo por sus respectivos presidentes…

En el Perú tenemos una tradición municipal que tiene sus raíces en los cabildos, en las comunidades campesinas, en la cultura de nuestros pueblos. Ya en el inicio de los años 60 del siglo pasado se consolidan las elecciones municipales y, después de los gobiernos militares, el Presidente Fernando Belaúnde, el mismo día de su juramentación, el 28 de julio de 1980, convoca a elecciones municipales a nivel nacional, manteniéndose ininterrumpidamente hasta el día de hoy.

Pero no es solo este hecho de la continuidad de la democracia local sino, también, la riqueza en los aportes innovadores en la gestión local, en la participación ciudadana: aquí se dio inicio a los presupuestos participativos (que luego serían complementados y extendidos por el alcalde de Porto Alegre, en Brasil…), a la primera experiencia de gobierno electrónico promovida por Francisco Miró Quesada junto con los dirigentes comunales y municipales de Villa El Salvador, las comisiones mixtas comunales-municipales en zonas rurales y urbanas, los consejos de coordinación local, los planes de desarrollo concertados y experiencias de seguridad ciudadana desde rondas campesinas  a serenazgos, asambleas y cabildos para estar informados y tomar decisiones, por mencionar algunas de las experiencias que han logrado mejorar la calidad de vida y fortalecer a la ciudadanía en pueblos, distritos y provincias del Perú.

Es en este contexto de reconocimiento de la riqueza de la democracia local que tenemos en el Perú, que se entiende mejor la importancia de contar con  la revocación de autoridades locales y regionales, otra experiencia innovadora que parte del hecho incuestionable que el poder democrático reside en los ciudadanos a través del voto y que ese poder simplemente se delega a y en los elegidos, pero que nunca se entrega ni para siempre ni de manera incondicional. El sillón municipal no es propiedad privada del alcalde o de los regidores. Que lo usen como representantes de aquellos que los han elegido y que lo usen bien porque, de lo contrario, en el Perú, pueden ser revocados si es que hay causas graves para ello y si el voto popular lo decide.

Curiosamente han sido congresistas y autoridades no electas, como jueces, ministros, algunos teóricos y especialistas, y, tristemente, algunos dirigentes de partidos políticos a los que cuesta renovarse, quienes más han alzado su voz para criticar la ley que permite la consulta popular para revocar autoridades, casi ninguna de estas críticas ha salido de la ciudadanía ni de alcaldes, salvo muy rara excepción. Los ciudadanos, que avanzan en conciencia democrática, de ninguna manera quieren que se anule su derecho y defienden la raíz de toda democracia que se encuentra en el pueblo. Todo ello no se debe ni se puede discutir. Se puede evaluar la forma, las fórmulas, las condiciones concretas que puede tener una revocación en zonas rurales y en zonas urbanas, en pueblos y en metrópolis, pero no cuestionar la legalidad ni la riqueza que supone para la democracia en general y para la formación política ciudadana el contar con este y otros mecanismos de participación directa.

El debate está abierto, gracias a la iniciativa de El Comercio y su Director, y ojalá que tanto los ciudadanos como los propios partidos políticos participemos en él para ir logrando, entre todos, que la sociedad peruana sea plenamente democrática, que haya renovación de liderazgos y mecanismos claros de participación con poder de decisión, superando caudillismos y fortaleciendo la institucionalidad, base de un modelo de desarrollo más justo e igualitario. La riqueza de la democracia local nos enseña un camino seguro a seguir para lograr estos objetivos.

                          Abril 2013

Michel Azcueta.

Presidente de la Escuela Mayor de Gestión Municipal

exAlcalde de Villa El Salvador.

 

Reflexiones urgentes hacia dentro de la Iglesia Católica

Reflexiones urgentes hacia dentro de la Iglesia Católica..

Michel Azcueta.

Llevamos unos meses en los que la Iglesia Católica es el centro de la noticia, generalmente para mal, con reportajes de todo tipo, películas, mensajes en internet y en los blogs resaltando condenables acciones y actitudes de algunos miembros de la Iglesia Católica en el mundo y, también, difundiendo masiva y repetidamente películas y reportajes que cuestionan la vida de Cristo y la doctrina de la Iglesia. Es realmente una campaña (por el estilo, por la repetición, por las medias verdades, por la falta de debate serio, por el ocultamiento de otras verdades y otras acciones benéficas y sacrificadas de miles y miles de sacerdotes y religiosas católicos por todo el mundo) pero tampoco hay que cerrar los ojos ante hechos comprobados, de diferente estilo y proyección, de miembros de la Iglesia Católica en Alemania, en Irlanda, en España, en Venezuela, en Estados Unidos, en Nigeria, en Perú…

Hablando con varios Obispos y con numerosos sacerdotes, coincidimos en que, entrados en el siglo XXI la Iglesia católica debe replantearse varios aspectos de su relación con la sociedad, haciéndolo con transparencia, con sinceridad y con valentía. Posiblemente, con dolor también y, a veces, con vergüenza y pidiendo perdón. Quizás lleguen momentos excepcionales para la historia moderna de la Iglesia Católica al igual que en otras épocas por el nivel de exigencias de la sociedad.

Pienso que en la Iglesia debemos reflexionar, de manera especial y urgente, sobre tres aspectos de su relación con la sociedad a nivel mundial: el poder, la cultura y el sexo, que son los temas tratados en las noticias de los últimos meses. Y, en mi opinión, hagámoslo por ese orden…

El poder: son ya muchos siglos que se discute, desde diferentes ángulos y situaciones, la llamado relación de la Iglesia Católica con el poder, desde la hegemonía mundial de los países del llamado “Occidente Cristiano”,  la misma existencia del Estado de la Ciudad del Vaticano con sus embajadores y opiniones políticas,  la participación política directa en muchos momentos de la historia hasta nuestros días (recordemos algunos: Solidaridad en Polonia, Democracia Cristiana en Italia, actitudes de los Obispos en Venezuela, en España, en Bolivia, lo que está ocurriendo en estos momentos en Estados Unidos, con la defensa de los emigrantes, así como la presencia de la Iglesia en movimientos de Liberación en América Latina, en El Salvador, en África, etc.). Los últimos escándalos en el Vaticano que llegan hasta el asesor personal del Papa, también animan a criticar la falta de transparencia en el manejo de cuestiones materiales alejadas de toda cuestión religiosa y de fe. El Reino de Cristo es o no es de este mundo? Cómo diferenciar el compromiso de los católicos, especialmente de los laicos, con su comunidad, de posiciones institucionales y de manejo del poder político y económico que llevan a defender intereses específicos que no tienen nada que ver con la religión ni con la fe?

La cultura: una pésima relación entre cultura moderna e Iglesia Católica…Es realmente sorprendente pues precisamente la Iglesia católica, a lo largo de la historia y superando con mucho a las demás religiones, ha sabido adaptarse y adaptar creaciones culturales de los diferentes pueblos del planeta. Por algo nos llamamos “católicos”, universales desde el mismo mensaje evangélico, desde el mismo mandamiento principal de Jesús, al considerarnos todos hijos de Dios, desde la misma práctica de los primeros cristianos…La presencia de sacerdotes y religiosas de todas las razas y naciones es una riqueza de la Iglesia Católica que no pueden presentar las otras religiones…Entonces, por qué nos cuesta entender el mundo moderno? Por qué no se sabe utilizar correctamente los medios de comunicación y las nuevas tecnologías de la comunicación no sólo a la defensiva y con contenidos tradicionales sino con creatividad, estilos y propuestas para el Siglo XXI? La cultura, en la sociedad, va relacionada con el poder…por lo que de nuevo surgen las preguntas del punto anterior y el llamado a la sinceridad y a la valentía. Por ejemplo, en Navidad con el consumismo masivo, entre los niños es más famoso Papá Noel que el Niño Jesús…quién no lo sabe?  Y en Semana Santa, en el tan nombrado Occidente Cristiano, preferimos las vacaciones que la reflexión y la oración…Por no hablar de los ritos litúrgicos, de las palabras y símbolos que en ellos se usan que no tienen nada que ver con la historia y las culturas de Asia, de África, de América Latina…Nos atreveremos a cambiar como se hizo en situaciones similares a lo largo de los siglos? Seguiremos imponiendo manifestaciones culturales incomprensibles para la mayoría, especialmente, para los jóvenes?

El sexo: el tercer aspecto importante, que, por su repercusión en los medios pareciera el más urgente y el que arrincona más, desde la opinión pública, a la Iglesia Católica. De nuevo se necesita sinceridad y valentía, insistiendo mucho más en la Fe, en la conciencia personal, en la cultura del siglo XXI, que en visiones tradicionales que no son dogmas sino expresiones de la presencia de la Iglesia en momentos históricos determinados. Hay, por lo menos, dos puntos que no se pueden seguir obviando: por un lado aceptar que desde la década de los cincuenta del siglo pasado (por poner una fecha…) se fue separando, en la conciencia y en la cultura masivas, el acto sexual de la reproducción…Esa es la base del desencuentro entre millones y millones de personas y una interpretación de la doctrina de la Iglesia sobre el sexo que, simplificando un poco, es cierto, se sigue relacionando con la procreación, con los hijos, con la familia, etc. siendo pecado todo lo demás…!! Hay que replantear todo ello sin negar absolutamente nada de la fe cristiana. Y el segundo punto, muchos lectores habrán coincidido ya en el tema, es el celibato sacerdotal. Hay que evaluar la situación y dejarlo como opcional de la misma manera que fue opcional para Obispos y Sacerdotes en largas épocas históricas de la Iglesia.

Son tres aspectos que debemos tener en cuenta  todos los católicos ante la situación que está viviendo la Iglesia en estos últimos meses. Una reflexión compartida entre todos y por todos los continentes, sin apresuramiento pero con sinceridad y valentía. La Semana Santa, cuando recordamos el centro de nuestra fe, la muerte y la resurrección de Jesús, es momento propicio para ello.

 

ALGUNAS SUGERENCIAS CONCRETAS:

  1. Sobre la relación con el poder:

a)      Separar al Papa del gobierno del Estado de la Ciudad del Vaticano, nombrando una comisión o consejo de gobierno conformada por laicos que represente a dicho Estado ante la Comunidad Internacional, de manera que el Papa ya no será considerado  “Jefe de Estado” sino representante de la Iglesia Católica.

b)      Supresión de todas las nunciaturas a excepción de aquella relacionada con la Organización de las Naciones Unidas y sus dependencias, especialmente las de servicio humanitario y Derechos Humanos. El representante del Papa será el presidente de la Comisión Episcopal de cada país.

c)       Venta y/o entrega solidaria de todos los bienes que pueda tener la Iglesia Católica en cada país y que no están relacionados con el culto ni con la educación (tierras de cultivo, empresas, acciones, etc.).

d)      Transparencia absoluta y rendición de cuentas permanente de la economía del Estado de la Ciudad del Vaticano desde el nuevo Consejo de Gobierno.

e)      Siguiendo la doctrina social de la Iglesia, los laicos debemos comprometernos con la sociedad y la justicia, pero no puede haber partidos políticos ni gobiernos declarados oficialmente como “cristianos”.

 

  1. En relación a la Cultura:

a)      Introducir los cambios necesarios en la vestimenta y en la liturgia, como, por ejemplo, suprimir totalmente todo tipo de tiaras, mitras, solideos en el Papa y en los Obispos ya que no tienen significado alguno para la mayoría de habitantes del planeta.

b)      Adaptar mejor los textos  litúrgicos a cada cultura nacional y a la cultura del siglo XXI, reconociendo el origen mediterráneo de muchos de nuestros símbolos que no son entendibles en otras latitudes de América Latina, África y Asia, conservando lo esencial a la tradición católica.

c)       Fomentar la lectura de la Biblia, en especial del Nuevo Testamento, animando a que todos llevemos la Biblia a la Iglesia, recordando que la lectura de parte del sacerdote, diácono o laico se originó en el hecho de que la mayoría era analfabeta, lo que ya no es el caso en el siglo XXI, de manera que todos podemos leer los textos que se señalen. En América Latina, si vemos a una persona con una Biblia en la mano es un cristiano no católico…!!!

d)      Animar a dar y recibir la Comunión en la mano y no colocada en la lengua, ya que se trata de compartir el pan…!! Colocar la sagrada hostia en la lengua es lo más antihigiénico y humillante. Es mucho más digno recibirlo con fe en las manos como en toda comida familiar.

e)      Explicar mejor (y, en lo que corresponda, anular) todo lo relacionado al concepto de Reino y de Rey, que corresponden a etapas vividas por la humanidad hace ya muchos siglos y que están muy lejos de la práctica de la democracia en cada país y en el mundo. Muchos de estos textos e imágenes confunden a los cristianos o, en el mejor de los casos, no les dice nada para animar y fortalecer la fe cristiana.

f)       Fomentar, como lo han hecho y pedido los últimos Papas, la profunda formación de los cristianos y el uso de las nuevas tecnologías de comunicación en la formación y en la transmisión de la fe católica.

  1. En relación al sexo:

a)      Seguir defendiendo a la familia y al matrimonio sin dogmatizar sobre el sexo y formando mejor a los cristianos basándose en la libertad y en el amor.

b)      Anular los procesos de excomunión a aquellos cristianos que se separan o tienen problemas de pareja, aceptándoles en la comunidad cristiana a la que pertenecen.

c)       Considerar el celibato como una opción personal dejando de ser considerado como obligatorio y universal.

d)      Acoger con naturalidad a la comunidad gay.

 

NOTA: Ninguna de estas sugerencias se relaciona con los dogmas y la fe de la Iglesia católica.

Villa El Salvador, Perú, abril 2012.

CATALUÑA DEBE MUCHO A ESPAÑA Y LA ESPAÑA MODERNA DEBE MUCHO A BARCELONA

                  NOTAS SOBRE LA VIEJA Y LA NUEVA ESPAÑA

                                                                    Michel Azcueta

Escribo estas líneas desde el Perú, muy preocupado por la situación que se está viviendo en España en estos momentos. Me atrevo a hacerlo porque en el Perú, como es de conocimiento público, vivimos en los 80 y 90 una de las mayores crisis de su historia, incluyendo la violencia y el terror, la pobreza extrema, las crisis económica, política, de valores, etc. etc. y, en la última década se está saliendo de aquella situación, aún con problemas y desigualdades, pero entrando al debate el modelo de desarrollo que se ha tenido, que se tiene y que se quiere tener.

Aunque lo anterior nos lleva a un análisis global, de nivel mundial, ligado al neoliberalismo y a los grupos internacionales de poder tanto los aceptados formalmente por el sistema como los llamados poderes de facto (medios de comunicación, narcotráfico, tráfico de armas, etc.), los últimos acontecimientos vividos en España, especialmente en el País Vasco y en Cataluña, con las demandas separatistas llenas de demagogia y medias verdades, son los que me animan a escribir esta reflexión como una opinión personal.

Saben que tengo decenas y decenas de familiares y amigos vascos y catalanes y también saben que respeto y valoro la democracia, de manera que mantengo que siempre hay un derecho a la consulta popular sobre todo tipo de temas y a referéndum en el marco de la Constitución. Inclusive mantengo que la autonomía es un derecho de los pueblos reconociendo que el mundo cambia y que las fronteras siempre se han movido y, sin duda, se seguirán moviendo hasta, quizás, cuando lleguemos a una especie de Estado Planetario…Lo que molesta y hasta indigna son las mentiras, la tergiversación de los hechos históricos, la manipulación de las mentes, esconder objetivos, ocultar realidades concretas, idiotizando más y más a los ciudadanos. Hace mucho daño al debate y decisiones democráticas  seguir sin señalar algunos falsos mitos y algunos errores en la política española de los últimos 30 años. Intento comentar brevemente algunos de ellos.

 

El primero es no permitir la tergiversación de los hechos históricos. No me refiero al derecho a la interpretación de los mismos, que, definitivamente, puede ser diferente sino a su negación absoluta. Por ejemplo, el territorio vasco perteneció durante siglos al reino de Navarra, así como el territorio catalán al Reino de Aragón. Nunca han sido “estados” y nunca han tenido independencia en el sentido moderno de la palabra.

Es triste comprobar estos silencios y tergiversaciones en la enseñanza  como hace algunos años ya comprobé en algunas ikastolas vascas y en algunas escuelas catalanas. Solo dos ejemplos: en las primeras llegaron a desconocer, a silenciar a Juan Sebastián Elcano, ilustre guipuzcoano que dio la vuelta al mundo por primera vez, con una tripulación compuesta en el 60 % por marinos vascos pero…al servicio de la corona de España…!!  Otro ejemplo, aunque muchos no lo crean, en unas escuelas de Cataluña.  cuando se estudiaba el rio Ebro, textualmente se decía “ que nace en tierras extranjeras….hasta llegar a Cataluña”…!! Sin embargo, en Barcelona, muestran orgullosos a millones de turistas los cuadros representativos de la llegada de Cristobal Colón a la ciudad para presentarse a….los Reyes Católicos de España, en abril de 1493 y es desde Barcelona que se anuncia  la existencia de otro continente, desconocido hasta entonces para europeos y asiáticos. Se habla de algunas batallas contra el Rey de España y se esconde el vasallaje en enero de 1641, cuando Cataluña se sometió voluntariamente al gobierno del rey de Francia y la Generalidadçt proclama conde de Barcelona y soberano de Cataluña al rey Luis XIII de Francia como Luis I de Barcelona.

Este tipo de cosas se han dejado pasar durante 30 años, y tienes ahora jóvenes y adultos que han sido formados con ellas, sin ningún sentido crítico ni científico de la historia.

Por todo ello, como un segundo aspecto, conviene reflexionar sobre el rol fundamental que juegan las ideologías y la educación a mediano y largo plazo. Nadie duda del derecho de los pueblos a hablar, escribir y enseñar su propia lengua, lo mismo que su cultura y sus tradiciones, pero para los propios pueblos es peligroso caer en exageraciones… por ejemplo, hablando de idiomas, se dio el rechazo de la letra “ch” (o la grafía “ch” ya que desde hace unos pocos años, ya no es considerada letra…) por parte de intelectuales vascos que, simplemente por creerse originales y defender supuestamente la identidad del euskera (que nunca tuvo, ni ha tenido ni tiene escritura propia) se pusieron a escribir las palabras con “tz” o “tx” y a anular, sin ningún sentido, la letra “v”….Lo mismo ocurrió en Cataluña con la letra “ñ” que, gracias a algunos ideólogos catalanistas, fue cambiada por la rarísima combinación “ny” sin base histórica alguna.

Aunque sabios, científicos y expertos se dieron cuenta de estos aventurerismos lingüísticos, nadie dijo nada creyendo que era algo intrascendente, y no era ni es así: justamente las letras “ch” y “ñ” representan sonidos propios del idioma castellano. Hay que recordar, entonces, que tan prestadas son al euskera y al catalán las letras “tx” o “tz” o “ny” como la “b”, la “s” y la “z”!!

Un tercer aspecto que cuesta tratarlo con objetividad, es el peso del País Vasco y Cataluña  en la economía española. Está muy estudiado cómo la burguesía española ha estado conformada, mayoritariamente, por capitalistas vascos y catalanes y son ellos los que más han usado el Estado español y se han beneficiado con ello, incluso durante el franquismo que, como es de conocimiento público, priorizó las inversiones industriales en Cataluña y en el País Vasco.

Por otra parte, hay que reconocer que en la construcción de la riqueza de los dos países han participado españoles de todas las demás comunidades, comenzando lógicamente y en primer lugar, por los propios vascos y catalanes, y seguidos por castellanos y leoneses en el País Vasco, y por andaluces y aragoneses en Cataluña de manera que tanto ellos como sus hijos son tan vascos y catalanes como los que hablan euskera o catalán.

Por todo ello, la explotación económica de unos y otros por la burguesía española debilita atrevidas afirmaciones sobre la explotación de vascos y catalanes por el Estado español…Más aun, en un contexto de crisis, se debe reflexionar sobre el modelo económico reinante en España, en Europa y en el mundo.

Termino: considero que todo pueblo tiene derecho a su autonomía, a su independencia; considero legítimo que se pida y se convoque un plebiscito para conocer la opinión de  la mayoría y acatarla siempre en el marco constitucional; considero normal que, cuando es necesario, se modifique la Constitución de un país, pero me parece terrible que se construyan imaginarios masivos en base a mentiras, en base a negar la historia real, en base a la manipulación mediática, escondiendo intereses particulares, suponiendo que van a construir algo “nuevo” fuera de un contexto objetivo del siglo XXI; considero que Cataluña debe mucho a España y que, a nivel de la imagen internacional de los últimos 30 años, España debe mucho a Barcelona, una diferencia, en mi opinión, fundamental en el debate actual. La verdad nos hace libres.

Creo que Euskadi, Cataluña y España pueden seguir aportando mucho a Europa y al mundo, con tolerancia y con democracia, con justicia y dignidad para todos los ciudadanos.

                                                                 Octubre, 2012.

BILL GATES Y LA IMAGEN DESEADA DEL PERU

                                   Michel Azcueta

A muchos ha escandalizado Bill Gates con sus declaraciones en Madrid sobre la conveniencia de cortar la cooperación con el Perú y países similares. Se encontraba Bill Gates haciendo precisamente lo contrario de lo que se cree: demandando a España y a los países de la Unión Europea que, por encima de la crisis actual, mantengan siempre los presupuestos destinados a la cooperación internacional y, de manera, pienso, inocente, mencionó al Perú al opinar que dicha cooperación, además de mantenerse, debe orientarse a los países más pobres, especialmente de África. Hasta aquí el recuerdo de lo que dijo Bill Gates en Madrid y que tantos comentarios en contra ha recibido en nuestro país.

Me pregunto ahora si tiene base aquél refrán que dice que todos recogen lo que se siembra…!!

Llevamos años intentando cambiar, con razón y con todo derecho, la imagen negativa que tenía el Perú en el mundo por la violencia y el terror, las crisis económicas, la dictadura, la pobreza y el estancamiento en nuestro desarrollo, de manera que, repito, con todo derecho y toda razón, hemos tenido que levantar todo lo bueno que el Perú tiene, sus inmensas potencialidades, la creatividad y amabilidad de su gente y los éxitos logrados en los últimos años, pero…pareciera que también hemos querido ocultar los problemas existentes, en especial, la pobreza y la desigualdad. Creo que es esta la razón por la que nos ha chocado tanto la opinión de Bill Gates al considerar al Perú entre los “nuevos ricos” que no necesitan de cooperación alguna.

Cómo no queremos que, últimamente, piensen así Bill Gates y otros personajes famosos quienes, cuando visitan Perú se quedan en hoteles de 5 estrellas de los distritos ricos de Lima, de Cusco y hasta de Machu Picchu; viajan en uno de los trenes más lujosos del planeta y se les da una y mil, facilidades de todo tipo?

Cómo no nos van a ver así si, otro ejemplo, en la carrera Paris-Dakar se han encontrado con cosas que ningún otro país de la carrera lo hace: carpas en el desierto más lujosas que las del exdictador Gadafi, recibiendo gratuitamente regalos , todos los platos de la gastronomía peruana, polos, CDs, recuerdos, aparte de música, danza y una atención de primera? Todo ello, por favor, no está mal pero el comentario de Bill Gates nos ha vuelto a recordar que hay “otros” Perú en nuestra propia realidad, que hay pobreza, hay exclusión, hay desigualdad.

No me parece, entonces tan malo lo que ha sucedido. Esperemos que todos aquellos que han levantado su voz no haya sido por el simple hecho de que se nos corte la cooperación internacional sino porque, de una vez por todas, eliminemos la desigualdad, la exclusión y la pobreza que siguen existiendo en el Perú, comenzando por un nuevo reparto de los presupuestos, construyendo, así, una imagen positiva del Perú hacia dentro y hacia afuera, sin hipocresía y sin ocultar nuestra realidad actual. Ojalá que los comentarios de Bill Gates se transformen en profecía y que pronto el Perú esté entre los países desarrollados y que todos los peruanos. Sin excepción, tengamos un ingreso per capita de 10,000 dólares o más…! 

                                                   1 de marzo 2012

 

 

Los actores y gobiernos locales ante los procesos de globalización y universalización

 michel azcueta

 (noviembre, 2011)

 

Globalización y universalización.

Se ha hablado mucho de la globalización a lo largo de las últimas décadas y, junto a ello, aunque parezca paradójico, se habla también de la importancia de lo local hasta tal punto que parecieran las dos caras de la misma moneda, transformándose en el  gran reto del siglo XXI. Hay ya, a estas alturas, numerosos estudios al respecto, pero, a manera de recuerdo, resumo cuatro características principales que tienen relación directa con las vidas de los ciudadanos:

  1. El movimiento de bienes y servicios: como uno de los aspectos esenciales de la llamada globalización. Los productos llegan a todas partes influyendo, positiva o negativamente según los casos, en la generación de puestos de trabajo, en los precios de los productos originales, en las inversiones en infraestructura o en la producción, etc. etc.  Lo mismo está ocurriendo con los servicios que ya están siendo controlados por grandes empresas transnacionales, modificando las relaciones y, con todo ello, la capacitación, la formación profesional y el liderazgo en cada localidad.
  2. El movimiento de capitales: que, como todos sabemos, no es nuevo pero que, en las últimas décadas tiene la capacidad desde fortalecer o  hundir gobiernos y hasta países enteros hasta, a través de las remesas y los reenvíos de dinero de los familiares emigrantes contribuir a cierto bienestar y capacidad de consumo de  muchas familias, transformando la realidad local con pequeñas inversiones ya sea en vivienda, ya sea en alimentación o en apoyo a los estudios de hijos o sobrinos.
  3. El movimiento de personas: otra de las características propias de la globalización que ha ido generando unos movimientos migratorios diferentes a los de otras épocas de la historia y que modifican realidades familiares y, pro lo tanto, locales. Tenemos ejemplos muy concretos por toda América Latina como el de México, los países de América Central o, por épocas como ocurrió con la República Dominicana, Ecuador y Perú. En el caso peruano, hay ya un 10 % de la población viviendo y trabajando en el extranjero ya sea de manera legal o como ilegales. Así mismo, en este tercer aspecto hay que considerar la emigración de talentos, de profesionales de alto nivel que se van de un país a otro ya sea como parte de las compañías transnacionales ya sea a universidades e institutos de investigación, empobreciendo en varios aspectos, la realidad nacional y local.
  4. El movimiento cultural y comunicacional: más propio ya de la globalización con la capacidad prácticamente universal de llegar a cualquier rincón del mundo con la televisión, la telefonía celular, el internet y otros inventos que se van implantando a una velocidad como nunca antes en la historia de la humanidad sin tener en cuenta fronteras ni accidentes geográficos, transmitiendo no solo noticias sino visiones del mundo y de la vida diaria que se imponen a culturas locales y nacionales uniformizando imágenes, conversaciones y modelos de desarrollo desde el control de todos los sistemas y redes por una nueva minoría transnacional y modificando con todo ello la realidad local.

 

Por otra parte, de forma paralela a la llamada globalización neoliberal, se ha ido profundizando un proceso que llamamos universalización con características muy positivas para la humanidad  en esta relación entre lo global y lo local:

 

1, Reconocimiento del planeta como “Hogar Común”: avances importantes en la conciencia ciudadana, en todos los continentes al entender mejor la relación de los seres humanos con nuestro planeta y los innumerables vasos comunicantes que nos unen a nivel ambiental, social, cultural sabiéndonos y sintiéndonos realmente parte de una misma familia planetaria cada uno desde su lugar de residencia.

 

2, Co–responsabildad ante los problemas del mundo: como simple consecuencia de lo anterior, avanzando hacia propuestas y prácticas tanto desde lo local como desde los ámbitos nacionales  e internacionales, que postulan un modelo de desarrollo y de relaciones absolutamente diferentes, con una utilización responsable y equitativa de los recursos naturales y con la aceptación de una subsidiaridad solidaria hacia las zonas más pobres del planeta. Los Objetivos del Milenio, más allá de su cumplimiento o no por parte de los diferentes gobiernos, han sido un ejemplo del reconocimiento de la co-responsabilidad que existe ante los retos en aspectos como la salud, la infancia, la educación, el trabajo y el ambiente, entre otros.

 

3. Construcción de una cultura universal con respeto y los aportes de cada cultura local: se vienen revalorizando las creaciones propias de cada pueblo más allá de los intentos de uniformización de la cultura y de la extensión rápida de los medios de comunicación. En todos los continentes y países se ha visto este renacer unido a la crítica y al cansancio que produce el control de la comunicación y de la imagen que, hablando de manera general, corta la creatividad y levanta hasta lo máximo posible sin importarle su duración ni sus consecuencias, a ídolos temáticos o a situaciones y hechos intrascendentes. Los pueblos reconocen los procesos de universalización y quieren participar en ellos desde sus propias creaciones culturales.

 

 

  1. Fortalecimiento de instituciones internacionales de justicia: en diferentes ámbitos como el comercio, las finanzas, el ambiente y los derechos humanos siendo en estos dos últimos campos donde el conjunto de la humanidad ha avanzado más no sólo a  nivel de conciencia sino a nivel institucional con ejemplos muy concretos de reprobación y castigo universal a los violadores de los derechos humanos y, poco a poco, a aquellos que infringen daño al ambiente y a la naturaleza. Aunque las violaciones se den en lo local o en un territorio determinado la justicia internacional ya puede intervenir en salvaguarda de derechos universales.

 

Vemos pues que los procesos de universalización que se vienen viviendo en el siglo XXI profundizan, también en positivo la relación entre lo local y lo global.

 

Esta relación se ha visto fortalecida en las últimas décadas por:

  1. 1.    Demandas democráticas por la descentralización: tanto en la lucha por la extensión de la democracia como por las justas exigencias de terminar con el centralismo agobiante que, desde siglos atrás, se mantiene. La democracia y la descentralización se entienden y se practican mejor desde lo local, ya que la ciudadanía vivida día a día y en cada localidad es la que da sentido a las dos. Por todo el mundo, y el Perú no es la excepción, vemos las manifestaciones multitudinarias y democráticas desde las comunidades, desde los territorios. Hay nuevas miradas de lo “nacional” y de lo “global” desde cada una de las localidades. 

 

  1. 2.    La reforma del Estado: que no se entiende sino es desde lo local. En cuanto hay algún problema grave, de diferente tipo, ya sea económico, político, social, ambiental la frase que más se escucha es “el Estado no está presente”, “El Estado nos ha abandonado” y comentarios similares…En nuestra opinión, uno de los ejes fundamentales de la reforma del Estado es precisamente su necesaria presencia en todo el territorio nacional, con el conjunto de la administración, de las inversiones, y de las demás dimensiones de un Estado moderno. La calidad de la reforma del Estado se va a medir, definitivamente, desde lo local.  

 

  1. 3.    Nuevas tendencias de la empresa privada: algo relativamente nuevo, sobre todo, si analizamos los modelos de desarrollo y el estilo empresarial de la gran empresa a lo largo de decenas de años: trabajando al margen de las comunidades inclusive de aquellas más próximas a su accionar, de espaldas a ellas llegándose a transformarse en  auténticos “enclaves” modernos rodeados, como se señaló una y otra vez, por comunidades atrasadas sin los servicios básicos elementales, y sin tener en cuenta el ambiente y la naturaleza que rodeaba la empresa…Todo ello ha cambiado o está cambiando: la empresa privada no sólo debe de presentar sus estudios de impacto ambiental sino que debe de tener en cuenta a la comunidad de la que forma parte y compartir con ella su presente y du futuro. La empresa grande, nacional o transnacional debe de tener en cuenta, también, lo local reconociendo su propia autonomía.

 

II.- LA DEBILIDAD INSTITUCIONAL

El proceso democrático generalizado en América Latina en la última década, al enfrentarse a diferentes retos políticos y sociales, todavía no ha acertado en la manera de abordar el tema de la institucionalidad, a pesar del reconocimiento de su importancia, fracasando, en la mayoría de los casos, en el objetivo de asimilación de todo lo nuevo que ha surgido en las sociedades latinoamericanas.

Como señala Manuel Antonio Garretòn:

 

“Ya no puede pensarse en la conformación de actores al estilo pasado. Hay que reconocer que es casi imposible que haya un solo sujeto o Movimiento Social central o actor social o político en torno al cual se genere un campo de tensiones y contradicciones único que articule los diferentes principios y orientaciones de acción que surgen de los ejes de democratización política, democratización social, reestructuración económica e identidad y modernidad.” (Garretòn, 2001, pag. 34).

 

Todas las instituciones se han debilitado y entre ellas, lógicamente, las municipalidades y sus autoridades democráticas. Sin embargo, una sociedad no puede mantenerse sin instituciones, de la misma manera que un cuerpo humano no puede pararse sin su esqueleto. Así de simple. Si queremos que América Latina construya un futuro mejor, democrático, estable, desarrollado, con bienestar en todos los pueblos y regiones, se necesita definir y mantener un plan nacional y planes regionales y locales de mediano y largo plazo, lo que supone, necesariamente, sustentarse no tanto en personas individuales como en instituciones a su vez democráticas y estables. Esta es una cuestión de principio. Cuando no se asume responsable y coherentemente, las consecuencias son negativas para el país. Los resultados saltan a la vista.

 

En el último informe “La Democracia en América Latina”, producido y editado por el PNUD, basado en numerosas consultas, encuestas y entrevistas a decenas de gobernantes y líderes representativos latinoamericanos, se concluye, también, en:

 

“la necesidad de realizar una reforma política para fortalecer las instituciones, incluso los partidos políticos. Las características de esta reforma varían de país a país: algunos hablan de reforma electoral, otros de reforma del Congreso, otros de reforma del estado o de fortalecimiento general de las instituciones. Pero la idea compartida es que un mejor diseño de los dispositivos e incentivos institucionales podría mejorar, y mucho, el funcionamiento de la democracia. Una proporción importante de estas respuestas señala que la reforma política debería construir nuevos canales que faciliten la participación de la sociedad civil organizada. Para muchos de los lideres consultados, la apatía ciudadana y la desconfianza hacia las instituciones se revierten mejorando los canales de participación y ampliando su número y alcances”

(PNUD-2004, pàg.170).

 

 

Es en este contexto de crisis de institucionalidad que se han ido revalorizando más por toda América Latina, experiencias que tienen como sujetos principales a actores locales, que, inmersos en su comunidad o grupo social, sobrepasan la dimensión local y comienzan a estar presentes en las discusiones y en la construcción de nuevos proyectos nacionales e, inclusive, internacionales, como se demuestra en el Foro Social Mundial de Porto Alegre y Bombay, con sus diferentes “foros sociales” preparatorios en todos los continentes.

 

Es en esta dimensión local/global  y en el fortalecimiento de la institucionalidad democrática que entendemos la nueva importancia de los “actores locales”.

 

Ante la gravedad de las crisis que padecen nuestra sociedades, no se trata, simplemente, de escudarnos en lo personal, en lo individual sino de descubrir los aportes personales en los proyectos colectivos, influyendo en la marcha de la comunidad y participando en la economía, en la política, en la cultura, construyendo espacios de participación ciudadana, con características propias y con una fuerza específica. Es así cómo muchas personas, de toda condición, ocupación y edad, se transforman en auténticos actores locales con fuerte presencia en los nuevos proyectos nacionales y en la nueva universalización de las relaciones, y, desde hace años, participan, también, en los programas y proyectos de la cooperación descentralizada.

 

“En estos años –señala el citado informe del PNUD- en paralelo a la crisis de representación y a la deserción del Estado, surgieron, de manera creciente y en las formas más diversas, organizaciones de la sociedad que ocuparon el espacio de las demandas no resueltas o ignoradas. Se trata de un sistema autoorganizado de grupos intermediarios que son relativamente independientes del Estado y de las empresas privadas, que es capaz de deliberar y llevar adelante acciones colectivas en defensa y promoción de sus intereses y pasiones, en un marco de respeto a la estructura legal y civil existente” (PNUD, 2004, pàg. 185).

 

Los nuevos actores locales aparecen, entonces, en los diferentes sectores de la sociedad y con objetivos y metodologías propios que son un aporte al desarrollo social y económico, tanto en Europa como en América Latina. Son “aquellas personas, empresas e instituciones que conforman el capital social de cada zona en particular” (Llisterri, Juan, 2000).

 

Entre otros, podemos destacar:

 

a)  el movimiento de mujeres: que, a partir de una problemática de género, ha ido relacionándose con otros sectores sociales haciendo que las mujeres estén cada día más presentes en la sociedad, tanto en Europa como en América Latina. Hay numerosos estudios al respecto, especialmente en América Latina, dado que los índices de pobreza, analfabetismo, desocupación laboral, violencia familias, marginación política y profesional, etc. son altísimos entre las mujeres comparados con los de los varones. La situación es mucho más grave en el mundo rural latinoamericano.

 

En la realidad latinoamericana, las mujeres organizadas están aportando en la lucha contra la pobreza no sólo a través de programas asistenciales y de subsistencia como los comedores populares, los centros de madres, los talleres de mujeres, etc., sino, también, en el sector económico con la gestión de pequeñas y hasta mediana y grandes empresas, en la construcción de una conciencia de igualdad de oportunidades entre ciudadanos de diferente género, en la democratización de los partidos políticos, en la formación de lideresas en los diferentes campos de acción, incluyendo el cultural y deportivo.

 

En los países europeos, como es reconocido por todos, los procesos de emancipación de las mujeres cambiaron radicalmente la economía, la sociedad y la política, modificando conductas, costumbres y valores, formando parte de la modernización histórica de las sociedades europeas desarrolladas.

 

También en América Latina y, concretamente, en el Perú, la presencia de las mujeres enriquece los procesos de desarrollo local y, por su propia temática y su práctica se unen fácilmente a intereses comunes de las mujeres de otros países, incluidos los europeos, de manera que las organizaciones de mujeres, como actores locales, deben seguir siendo consideradas en los programas y proyectos de cooperación descentralizada.

 

b)  las comunidades indígenas: que, en la última década especialmente, coincidiendo con el quinto centenario de la colonización de América Latina, han ido fortaleciéndose y haciendo sentir su voz y sus derechos en la mayoría de los países que cuentan con una importante población indígena que ha sabido sobresalir por encima de la marginación oficial y de  imposiciones dictatoriales y centralistas. Hemos vivido experiencias de dimensión nacional en América Central, en México, en Ecuador, en Bolivia y, también, en Perú,  protagonizadas por las comunidades indígenas que obligan a tenerlas en cuenta al buscar soluciones reales a los problemas históricos de América Latina.

 

Y estas experiencias, con repercusión nacional e internacional, han influido positivamente en las comunidades nativas de otros países como Brasil, Paraguay, Perú, Chile, en los cuales se mantienen pueblos con tradiciones y culturas propias que, hasta hace poco, estaban literalmente marginados social y legalmente. Los temas de la propiedad de la tierra, los derechos históricos, la cultura de dichos pueblos ya no pueden seguir siendo obviados por los poderes públicos y privados.

 

En la nueva etapa que vive América Latina y el mundo, la presencia de las comunidades indígenas debe ser asumida no como un problema sino, al contrario, recoger sus experiencias locales como un aporte enriquecedor en la tarea de construcción de los proyectos nacionales y universales más justos y democráticos. No verlas como un problema sino como una gran riqueza de nuestras naciones.

 

c)  las organizaciones de base: que han ido adquiriendo un rol diferente, más activo e integral, en las últimas décadas. No se trata ya de las tradicionales comunidades campesinas o de las organizaciones vecinales que proliferaron por todas las barriadas de las grandes capitales latinoamericanas. Se trata de grupos de pobladores (hombres, mujeres, jóvenes) en zonas rurales o urbano-marginales, que asumen responsabilidades concretas en el desarrollo integral de sus localidades, animando experiencias de éxito, participando en la elaboración de planes de desarrollo, en la elaboración de los presupuestos  públicos de carácter municipal y regional, formando redes de coordinación entre ellos, democratizando, en suma, la sociedad.

 

Con ello, se ha superado el rol tradicional de los “dirigentes” para transformarse en “gobernantes”, asumiendo responsabilidades concretas y llevando a cabo con éxito proyectos de desarrollo local de diferente tipo. Hay muchos ejemplos en el ámbito de la salud, del saneamiento ambiental, de la infraestructura básica de carreteras y de educación, así como en el ámbito empresarial, agrícola, industrial y de servicios, y en el campo de la cultura.

 

Lo importante, insistimos, es que no se quedan simplemente en lo local, encerrados en su experiencia particular sino que avanzan en coordinación, intercambiando experiencias, defendiendo sus derechos y ampliando el concepto de ciudadanía frente a un Estado y un sistema que  no soluciona los problemas de las grandes mayorías.

 

Las organizaciones de base son un importante “actor local” en un mundo globalizado, como lo demuestran las diferentes manifestaciones, a veces coordinadas sólo a través de internet, sobre temas comunes a los ciudadanos del planeta y, como ya hemos recordado, la importancia creciente del Foro Social Mundial que tiene como base a dichas organizaciones, por lo que, definitivamente, son socios estratégicos de la cooperación descentralizada.

 

d)  los empresarios y emprendedores de la pequeña empresa: otro sector que se ha ido dinamizando y que juega un papel importante como actor en el proceso social. Ante los cambios en las economías latinoamericanas, con la incorporación de las nuevas tecnologías y la falta de inversiones en el sector industrial, el cambio del Estado de creador de empleos públicos a regulador de la economía, fueron surgiendo miles y miles de empresas familiares que se fueron transformando en micro y pequeñas empresas generando, en la mayoría de los países latinoamericanos, más del 80 % de los puestos de trabajo en los sectores industrial, comercial y de servicios. Más allá de la informalidad que los caracteriza, son una realidad económica y social con demandas propias y estilos particulares de gestión y de relaciones que no sólo hay que tener en cuenta sino apoyar por los beneficios que genera a millones de ciudadanos.

 

Los empresarios no sólo están presentes en el mercado sino que participan en la transformación de la sociedad y de los individuos al hacer gestión directa de sus pequeñas empresas, utilizar mejor la materia prima local, asimilar nuevas tecnologías, capacitándose ellos, sus familiares y muchos de sus trabajadores, generando economías locales que contribuyen (por encima de cuestionables situaciones legales y laborales que hay que modificar) al desarrollo de sus comunidades, transformándose inclusive en líderes y punto de referencia para muchos de sus conciudadanos.

 

Las experiencias de pequeña empresa en los países europeos, mucho más articuladas con las grandes empresas y el conjunto de la economía, pueden ser muy útiles para América Latina como se demuestra en los múltiples proyectos de cooperación descentralizada que fomentan la transferencia de tecnología, los modelos de gestión empresarial, la conveniencia de la formalización, especialización  articulación con otros sectores productivos. Hay que resaltar la incidencia de la pequeña empresa en la generación de modelos de “economía solidaria” a nivel local y las posibilidades de intercambio comercial entre pequeñas empresas de Europa y América Latina, por lo que hay que profundizar en programas y proyectos de este tipo.

 

 

e)  los grupos juveniles: los jóvenes son un sector mayoritario entre la población latinoamericana que ha sufrido directamente las consecuencias de las continuas crisis en nuestros países. Sin embargo, en la última década, han ido tomando conciencia de su potencialidad. Con la extensión de la escolarización y la influencia creciente de los medios de comunicación y de las nuevas tecnologías, hay ahora en todos los países latinoamericanos, una importante cantidad de jóvenes que, rechazando el tipo de relaciones sociales que ha predominado en las últimas décadas y el modo tradicional de hacer política, se proponen estar presentes en la sociedad con aportes propios, organizándose para ello y pasando a ser, también, actores locales con espacios propios de acción.

 

Hay que evaluar más profundamente el proceso de homogenización que vive la juventud latinoamericana diferenciándose de sus familias y del entorno cultural tradicional. En muchos países latinoamericanos, y el Perú no es una excepción, especialmente en aquellos con raíces y mayorías indígenas (no tanto en el Cono Sur del continente), los jóvenes representan un tipo de modernización y de progreso. Es cierto que existen problemas de desadaptaciòn, aparte de los conocidos de desempleo y violencia callejera, pero hay muchas experiencias juveniles de éxito que están influyendo en el contexto comunitario generando valores y relaciones de nuevo tipo, por lo que no se puede dejar de lado a los jóvenes como actores locales en los programas y proyectos de cooperación descentralizada, especialmente, en aquellos referentes a formación y al uso de internet y nuevas tecnologías.

 

 

f)    las organizaciones no gubernamentales, que son reconocidas como parte de la sociedad civil y que se constituyen también, en muchas ocasiones, en actores locales importantes al relacionarse directamente, diferenciándose del Estado, con las organizaciones de base.

 

Al resaltar la presencia e importancia de los actores locales, nos estamos refiriendo a la importancia del capital social con que cuenta América Latina, unas potencialidades individuales y colectivas que animan a emprender, de distinta manera la cooperación.

 

Por capital social se entiende, como resume Bernardo Kliksberg,

             

“un conjunto de aspectos como, entre otros, la capacidad de una sociedad para producir concertaciones sociales amplias en su interior, para generar “redes” articuladoras de los esfuerzos de sus diversos sectores; las fuerzas existentes en una sociedad para impulsar el trabajo voluntario en iniciativas de utilidad general; su cultura y la presencia de valores éticos orientados hacia la solidaridad, la construcción positiva, la cooperación y la equidad”. (Kliksberg,2002, pàg. 98).

 

Es en esta línea que se descubre mejor la importancia de los actores locales en la transformación de América Latina y sus aportes en el proceso de universalización. No se trata de “idealizar” lo local, como ya hemos señalado, ni de reducir la acción a lo local, desesperados por la poca influencia que tenemos los ciudadanos ante la economía y la política nacional y mundial.

 

Así alerta el propio Kliksberg:

 

“El pensamiento económico circulante envía, a veces explícitamente y con frecuencia implícitamente, un profundo mensaje de desvalorización de la sociedad civil en los procesos de desarrollo y en la resolución d los problemas sociales. Su énfasis está totalmente volcado en el mercado. El mundo de la sociedad civil es percibido como un mundo secundario, de segunda línea respecto a lo que sucede en el “mundo importante”. De ese enfoque van a surgir políticas públicas de apoyo muy limitado, casi “simbólico” y de “cortesía” hacia las organizaciones de la sociedad civil, y una desconfianza fuerte a depositar en ellas responsabilidades realmente relevantes”  (Kliksberg, 2003, pp.1146,147)

 

Se trata más bien, de potenciar los nuevos actores locales, de fortalecerles a ellos, sus organizaciones y sus experiencias para alcanzar los objetivos de desarrollo humano que deseamos.

 

 

1.  Acercándonos a lo local.

 

Por las consideraciones anteriores, asumir el proceso del desarrollo desde lo local, nos plantea una primera tarea: la comprensión integral de la localidad; para poder dirigirla, gobernarla y movilizarla hacia las metas del desarrollo. (Azcueta 2010)

 

No se puede dirigir o gobernar algo que no se conoce o no se comprende. Conocer qué elementos configuran lo local y comprender la complejidad de sus interacciones y de ellas con su entorno mediato y global.

 

Una forma de aproximarnos a ese conocimiento y comprensión es analizando las localidades desde cuatro perspectivas:

 

   El territorio

El territorio no solo como definición geográfica, sino como construcción social, como espacio de relaciones y sentido de pertenencia, sus características, medio ambiente, y relaciones con el entorno. Ubicación estratégica o marginal.  Infraestructura básica y de comunicaciones, etc., así como sus organizaciones e institucionalidad.

 

 

 

   La población

Densidad, composición generacional, capacidades humanas, conocimientos, necesidades básicas, actitudes, nivel de bienestar y pobreza.  Intereses, movimientos migratorios; nivel educativo, profesiones, etc.

 

   Los Recursos

Las potencialidades naturales, económico-financieras, de infraestructura,  turísticas, tecnológicas, capital humano; niveles y tipo de empresas, participación en el PIB regional y nacional.  Ventajas comparativas y “productos-eje”, representativos del lugar.

 

   La Identidad

La cultura y sus diferentes manifestaciones; el sentido de pertenencia, los símbolos y la visión compartida. La capacidad de construir capital social, solidaridad y confianza.  Aportes a la cultura nacional y mundial etc.

 

Junto con los actores locales y su relación con la institucionalidad democrática, los gobiernos locales ofrecen una experiencia extraordinaria en todos los ámbitos que venimos comentando por lo que merecen un apartado especial.

Es precisamente en los gobiernos locales donde confluyen cuatro importantes dimensiones de la vida ciudadana: el territorio, el desarrollo, la política y la administración.

 

Figura 1

 

       

Los ciudadanos no podemos dejar de “pisar suelo”, es decir vivimos en un lugar determinado, en un territorio que es nuestra comunidad. Toda gestión moderna e integral parte del territorio, parte de lo local. Esta dimensión forma parte de la visión primigenia de una comunidad o de un Estado. De ahí la importancia de entender al territorio unido a la población que lo habita, el territorio como espacio de encuentro y de creación de visiones colectivas.

 

La dimensión del desarrollo como parte inherente de la actividad humana, ya sea individual o colectiva, ya sea material o intelectual, ya sea con una actitud pasiva o activa, ya sea como productores o como consumidores, con tecnología o sin ella... por lo que hay que considerarla a la hora de considerar la gestión municipal.

 

En democracia, la dimensión política, se vive mejor desde lo local. Como ya hemos señalado, se da esta dimensión en las elecciones municipales al elegir a nuestras autoridades locales pero no sólo en ese momento sino en nuestra participación en la toma de decisiones, en la aprobación de objetivos y metodologías, en la construcción de visiones y de instrumentos concretos incluyendo las propias organizaciones partidarias o sociales, gremiales y culturales.

 

Y, por último, la dimensión de la gestión de los recursos públicos, de la administración de los mismos como una delegación del poder ciudadano a unos miembros de la comunidad elegidos para ello, como son los alcaldes y regidores.

 

Si unimos los cuatro elementos señalados en primer lugar (territorio, población, recursos e identidad) a estas cuatro dimensiones del quehacer ciudadano tendremos una visión democrática e integral de lo que significa gobernar y de lo que significa participar directamente en la construcción del futuro de nuestras comunidades, de nuestro propio futuro.

Es en este marco, que se entiende que la base de la acción de los diferentes actores locales es la concertación para alcanzar objetivos comunes.

 

En nuestra experiencia de varios años en Villa El Salvador se fueron construyendo hasta cinco espacios de concertación:

1.  Entre la misma población y sus organizaciones representativas. Base de toda participación ciudadana y que significa la autentica fuerza de los actores locales para relacionarse de igual a igual con los otros actores. Organizaciones de base, vecinales y comunales: de mujeres y de jóvenes: de profesionales y empresarios; de cultura y religiosas y otras muchas más que surgen en cada territorio específico deben relacionarse entre sí democráticamente y presentarse unidos, más allá de diferencias e identidades propias, ante las instituciones públicas y privadas presentes en el territorio común. Si este primer espacio de concertación es débil serán los otros actores quienes controlen el proceso fortaleciendo las prácticas y modelos tradicionales de desarrollo.

2.  Entre el Gobierno Local y la Comunidad Organizada: Un segundo nivel de concertación que se concreta, por ejemplo, en la elaboración conjunta y aprobación democrática de los planes de desarrollo, del presupuesto participativo, de los espacios de decisión, fiscalización y evaluación de la gestión. Para ello, se necesita voluntad política de todos los actores y reglas claras que pueden y deben cumplirse por unos y otros.

 

3.  Entre el Gobierno Local y el Gobierno Regional y el Gobierno Nacional: para objetivos superiores del desarrollo local e integral, por ejemplo, obras de infraestructura o inversiones públicas de nivel intermedio o grande. Todo ello enmarcado siempre en los  planes de desarrollo nacional, regional y local debidamente coordinados.

4.  Entre el Gobierno Local, las organizaciones comunales  y la gran empresa instalada en el territorio distrital y comunal: un nivel muy importante de concertación que supone cambios en la visión y en la gestión tanto de los gobiernos locales como de las empresas. Es aquí donde se han dado los enfrentamientos y contradicciones mayores en los últimos años por el tipo de inversiones, por las utilidades que logran las empresas, por sus implicancias ambientales y culturales, por los impuestos y tributos, etc. La importancia de este nivel de concertación se viene entendiendo y extendiendo poco a poco entre todos los actores al aceptar que todos tienen un rol que cumplir en el desarrollo de la sociedad. Desde lo local también se deben analizar la conveniencia y el tamaño de las inversiones mineras, industriales, de infraestructura para evitar problemas posteriores como lo estamos viendo en numerosos países, tanto desarrollados como en proceso de desarrollo en todos los continentes.

5.  Entre el Gobierno Local, las Organizaciones representativas nacionales e internacionales: un nivel propio de la etapa de globalización y universalización que venimos comentando. Hay instituciones supranacionales, como las que dependen de las Naciones Unidas o de los procesos de integración entre las naciones (por ejemplo, la Comisión Europea, la Comunidad Andina de Naciones, Mercosur, etc.) las ONGs y sus particulares relaciones, las organizaciones ambientales y de derechos humanos que inciden también en lo local por lo que también se debe considerar el camino de doble vía, es decir desde los actores locales hacia ese tipo de instituciones avanzando en la concertación para lograr objetivos comunes.

 

Con todo ello, completamos la visión del nuevo rol de los actores locales en los procesos de globalización y universalización.

 

El reto del presente siglo es saber unir lo local con lo universal y ahí tenemos nuevas responsabilidades tanto para los dirigentes y gobernantes como para los propios ciudadanos.

 

Las exigencias más importantes en todo el mundo van por este camino.  El reto final es construir un mundo diferente más justo y equitativo, donde todos vivamos con dignidad y en armonía con la naturaleza.  Es solo una nueva utopía o es la última oportunidad que tenemos como civilización?  Estamos convencidos de que lo local puede, sin lugar a dudas, contribuir a iniciar una nueva etapa en la historia de la humanidad.