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Michel Azcueta

Acuerdo Nacional y Gobiernos Locales: aliados seguros de la educación

Acuerdo Nacional y gobiernos locales: aliados seguros de la educación

Michel Azcueta

Estamos viviendo un proceso sincero de impulso a la educación, al conjunto del sistema educativo, tanto en los contenidos, en las horas de clase, en reconocimiento salarial a los profesores, en acceso a los libros y fomento de la lectura, así como en la movilización de recursos, proceso que, lógicamente, tiene sus dificultades más allá de los avances, dado el carácter estructural de la crisis de la educación en el Perú.

La declaratoria de emergencia de la educación a nivel nacional es un llamado a todos los actores sociales, tanto individuales como colectivos e institucionales, a asumir responsabilidades en el campo educativo. La respuesta está siendo múltiple y diferenciada, pero, entre todos los sectores, hay que dos resaltan: el Acuerdo Nacional y los Gobiernos Locales.

El Acuerdo Nacional y la Educación.

Desde el primer momento de la firma del Acuerdo, el conjunto de partidos políticos e instituciones participantes en el mismo, aprobaron la Décimo Segunda Política de Estado: Acceso universal a una educación pública gratuíta y de calidad, y Promoción y defensa de la cultura y del deporte:
“Nos comprometemos a garantizar el acceso universal e irrestricto a una educación integral, pública, gratuita y de calidad que promueva la equidad entre hombres y mujeres, afiance los valores democráticos y prepare ciudadanos y ciudadanas para su incorporación a la vida social. Reconoceremos la autonomía en la gestión de cada escuela, en el marco de un modelo nacional y descentralizado, inclusivo y de salidas múltiples. La educación peruana pondrá énfasis en valores éticos, sociales y culturales, en el desarrollo de una conciencia ecológica y en la incorporación de personas con discapacidad”

Esta introducción, que pudiera parecer una declaración lírica como tantas otras, se ha ido concretando en múltiples acciones promovidas desde el Acuerdo Nacional, en beneficio de la educación. La presencia permanente de los Ministros de Educación (tanto el Dr. Carlos Malpica como el Arquitecto Javier Sota Nadal) en las sesiones del Foro, sus iniciativas en varios niveles y asuntos que trata el Acuerdo Nacional, sin duda han fortalecido la importancia de esta política de Estado en la agenda nacional.

Una de estas acciones fue la convocatoria al Consejo Nacional de Educación para que elaborara, con participación inclusive de otros actores no presentes directamente en el Foro del Acuerdo Nacional, como el SUTEP, diferentes ONGs educativas, expertos nacionales, etc., una propuesta de actividades y objetivos de corto plazo que se concretó el 4 de mayo del 2004 en la firma del “Pacto Social de Compromisos Recíprocos por la Educación” que convoca, con la obligatoriedad que supone la firma de dicho Pacto, a “una movilización nacional dirigida a mejorar los aprendizajes de comunicación integral, razonamiento matemático y científico y al desarrollo de valores, como parte del mejoramiento de la calidad educativa”. Todos se comprometen a llevar a cabo medidas concretas en los campos del desarrollo profesional docente, de la moralización del sector educación y de su financiamiento.

El Pacto Social sigue sirviendo de guía de acción para el Ejecutivo, el Congreso y la sociedad civil, manteniéndose un grupo de trabajo de seguimiento del Pacto y del cumplimiento de los acuerdos que, en sí mismo, ya es un avance en la relación educación y sociedad.

Por otra parte, como ya lo indicábamos, la presencia del Ministro de Educación en los plenos del Foro ha hecho que el problema educativo esté presente, también, en los debates y resoluciones que el Acuerdo Nacional toma sobre otros importantes aspectos, como, por ejemplo, la Deuda Externa, Gobernabilidad, Política Agraria, Tratado de Libre Comercio. Atención a la primera infancia, Descentralización y Regionalización, lo que demuestra una nueva actitud de los representantes de la sociedad peruana ante la educación nacional.

Entrados ya en el siglo XXI, nadie duda que la educación es un proceso que no se desarrolla exclusivamente en el aula, en el centro educativo. Hace ya mucho tiempo que sabemos que es el conjunto de la sociedad (el hogar, el ambiente social, la escuela, los medios de comunicación, los líderes de opinión, los ídolos artísticos y deportivos, la economía y la globalización, etc. quienes determinan la transmisión de conocimientos y valores que es, en resumen, la educación. De ahí la importancia que tiene que el Foro del Acuerdo Nacional se haya convertido en un aliado estratégico de la educación nacional.


Los Gobiernos Locales

Como todos sabemos, otro de los procesos que estamos viviendo en el Perú es el de la descentralización y regionalización. En él, sin lugar a dudas, los Gobiernos Locales juegan un papel sumamente importante. Estamos construyendo un nuevo modelo de Estado, unitario pero descentralizado, con nuevas responsabilidades en los niveles de gobierno (nacional, regional y local) y, también, en el conjunto de la sociedad.

Es en este marco que se entiende la participación de los Gobiernos Locales en la tarea educativa. Y hace muchos años que, silenciosamente, se mantiene esa relación. La mayoría de las municipalidades colaboran con la educación de sus vecinos (niños, jóvenes, adultos…), en primer lugar, realizando una buena gestión, con transparencia, honestidad y participación pues así se contribuye a la construcción de valores que son asumidos e imitados por la comunidad. Así mismo, las municipalidades construyen aulas por todo el país, tanto en comunidades rurales como en zonas periféricas urbanas; bibliotecas, canchas deportivas, arreglo de techos, muros y patios escolares, etc. Y, promovidas por los Gobiernos Locales, se realizan muchas actividades en coordinación con los profesores y alumnos, como talleres, conferencias, olimpiadas deportivas y científicas.

Con ello, la educación nacional tiene otro aliado firme y permanente en los Gobiernos Locales de todo el Perú (más aún si recordamos que hay un importante número de maestros y maestras que han sido elegidos como alcaldes y regidores, especialmente en distritos rurales andinos y amazónicos, con lo cual se fortalece esta alianza…), situación que se ve facilitada por la expansión de la práctica de los “presupuestos participativos” y la elaboración de los Planes de Desarrollo Concertados. En ambos, los vecinos y las instituciones, en los que suelen estar presentes los directores, maestros, las APAFAS, proponen y logran aprobar ciertos fondos para la educación en sus respectivos distritos y provincias.

En el anteriormente mencionado “Pacto Social”, se recoge uno de los compromisos de los Gobiernos Locales: “Poner en marcha un programa focalizado en los distritos o provincias más pobres de áreas rurales y urbanas, incluyendo las más alejadas, actualmente desatendidas por sus proyectos y programas. Prever la asignación de recursos en los presupuestos participativos municipales para este programa”.

Aparte de ello, somos testigos de una relación creciente, altamente positiva, entre diferentes UGELs del país y los alcaldes de sus zonas de atención, ya sea participando en la elaboración de los Planes Educativos ya sea comprometiéndose mutuamente en alcanzar objetivos comunes en el campo de la educación.

Hay algunas municipalidades que han avanzado mucho más promoviendo “Acuerdos de Gestión”, en base a las Leyes Orgánicas tanto de Municipalidades, de Regionalización como de la propia Ley General de Educación.

Vemos, pues, que se está avanzando, que la educación nacional, poco a poco, está siendo asumida como Política de Estado, con la participación directa del conjunto de la sociedad peruana. Los dos aliados fundamentales hasta el momento, el Acuerdo Nacional y los Gobiernos Locales lo vienen demostrando y, confiamos, que otros se unan a este esfuerzo muy pronto, como los empresarios y los científicos e investigadores.

Nos unimos al deseo del Dr. Bernardo Kliksberg, uno de los promotores mundiales del desarrollo del Capital Social, cuando dice: “Hay países en América Latina que están tratando permanentemente de cerrar la brecha entre hablar bien de la educación y hacer poco al respecto”. (1). Cuánto nos gustaría que, a la brevedad posible, el Perú se una, de una vez por todas, a ese grupo de naciones: que dejemos de hablar tanto de la educación como un problema nacional y que comencemos a comprometernos, con acciones concretas, con ideas, con recursos financieros, a la inmensa tarea de educar a las ciudadanas y ciudadanos del Perú en el contexto esperanzador del Siglo XXI.




(1) KLIKSBERG, Bernardo: “Hacia una economía de rostro humano”, FCE.2002, segunda edición.

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